¿Cómo viviría un ateo la semana santa? siempre ha sido una de las preguntas que ha deambulado mi imaginación cada vez que, según mis tradiciones, aprovecho la semana mayor para renovar mis votos cristianos. Esta vez me propuse ser un simple espectador, al igual que Alvaro, un amigo ateo, que sin el peso de la responsabilidad que lleva ser católico, ve transcurrir unos días de exagerada devoción para la mayoría de personas que desconocen la existencia de Dios.
Mientras compartíamos una taza de café en una pequeña cafetería en el centro histórico de Quito, la inquietud por conocer más de su visión ateísta de la semana santa me sedujo, el ambiente era apropiado para una charla prolongada y sincera. Mientras el humo del cigarillo ocupaba poco a poco todo el espacio a nuestro alrededor y la luz se iba haciendo más tenue, mis oídos se preparaban para escuchar cosas que más adelante irían en contra de mis propias creencias, que por respeto a la libertad culto, de expresión y siendo consecuente con la tolerancia que practico, me limité tan solo a escuchar.
Todo empieza un tal Miércoles de Ceniza, que según la tradición católica sería el inicio de la Cuaresma, 40 días previos al Domingo de Ramos y que pone fin al Carnaval que vendría a ser un lapso de permisividad a la represión de la sexualidad y a la severa formalidad litúrgica de este período, tiempo en el cual el espíritu realiza un auto-análisis exhaustivo y se prepara para vivir la resurrección de Cristo.
Para mi es puro Marketing me confiesa muy convencido, asegura que a lo largo de la historia se ha venido manipulando la mente de las personas, aprovechando la necesidad que tenemos los hombres de creer en algo, y como la existencia de un ser superior cala perfectamente en esa característica del ser humano, no se pensó dos veces y se usó este recurso para someter a las personas, creándoles miedos y a la vez brindándoles esperanza.
Aunque es muy crítico de ciertas prácticas masoquistas que atenta contra la integridad física del hombre en nombre de la fe, asegura que ve con buenos ojos el desarrollo y evolución que ha tenido este festejo desde sus inicios y los beneficios que trae esta fiesta. Por ejemplo, se ve un mayor desarrollo comercial, artístico, gastronómico y hasta un cambio por mínimo que sea en el accionar de las personas.
El intercambio comercial crece en esta época y lo podemos ver fácilmente. Me cuenta. que desde el domingo de Ramos que muy lejos del significado que tiene para quienes son cristianos, el flujo de dinero crece por la necesidad de ser agradecidos por las bondades que dios nos brinda y nos vemos en la obligación moral de comprar un ramo de palma (planta en peligro de extinción), para hacerla bendecir y luego guardarla en cualquier rincón de la casa con la seguridad de que eso nos va a traer tranquilidad familiar, seguridad de nuestros bienes y prosperidad.
Si te fijas bien, muchos comerciantes se ubican en las afueras de las iglesias, para vender desde humitas, tamales, quimbolitos, hasta yogurt, y ni que decir de las procesiones el comercio es muchísimo mayor, las velas, inciensos, paraguas y llaveros con la imagen de la virgen o del Jesús del Gran Poder son de gran demanda y es que, ¿a quien no le gustaría guardar un recuerdo de la semana santa?
Comerciantes que sin importarles la inclemencia del sol, el ajetreo, el maltrato de las por parte de las autoridades en muchos casos, se apuestan en las calles para lograr vender algunos y si dios quiere toda su mercancía para llevar algo de ganancia a sus casas y repetirse una y otra vez, este año estuvo mejor o peor que el anterior.
Pero esto no es malo dice Alvaro, por el contrario en estos tiempos de crisis ¿a quién le cae mal un ingreso de dinero extra? esto ayuda para que haya mayor actividad económica en los grupos sociales menos favorecidos e irónicamente más creyentes.
El arte tiene desde mi punto de vista mayor desarrollo de todos, los conciertos de música sacra se dan en la mayoría de iglesias de la ciudad y Quito se ha convertido ya en uno de los principales focos de propagación de este tipo de música en América Latina.
La mayoría de las veces son gratuitos, sin embargo si vienen músicos de renombre o de otros países ya no es tan gratuito, o si es gratuito pero el ingreso se limita sólo a personas invitadas, la mayoría gente de empresas, entidades públicas ,etc
Lo que si no puede faltar en Semana Santa es un buen plato de Fanesca, con su maduro frito, sus empanaditas y los higos con queso o arroz con leche, plato típico ecuatoriano cuyo valor oscila entre cuatro y seis dólares en los distintos puestos que el Municipio ubica en estas fechas. Pero que ni se te ocurra hacerlo en casa porque los precios de los ingredientes están por las nubes. Pero no solo es la fanesca las personas puede deleitarse con un suculento hornado una fritada, ceviches y la infaltable Pilsener que quiéranlo o no reconocer es infaltable cuando de acompañar estos deliciosos platillos se trata, me decía esperando mi consentimiento, el que no demoró mucho tiempo, pues estaba de acuerdo con lo que acababa de decir.
Y después de hablar de tanta comida, no se me ocurrió otra cosa que pedir unas empanaditas de morocho con ají y dos tazas más de café, para tomar un descanso y seguir atendiendo sus pensamientos, que hasta el momento no se alejaban de la realidad aunque con algunas pequeñas diferencias en nuestra forma de pensar.
El turismo también crece me dijo, mientras se limpiaba la boca después de una bocanada de café que le hizo dar un pequeño brinco, pues no tomó en cuenta que estaba aún muy caliente.
¿Has visto o has leído, cuántas personas viajarán a la playa este feriado? Pues sin duda no ha de ser poco en relación a las del año pasado, tomando en cuenta la crisis económica y el estado de la vías, sólo después del feriado podremos ver cuántas se desplazaron, y te aseguro será un número considerable.
Y otra vez te repito, eso es bueno para activar la economía. Yo, no interrumpía mucho para que mi amigo tenga la libertad de expresar lo que realmente piensa sin que se sienta en ningún momento cohibido y mucho menos prejuzgado.
Y tú, ¿qué frecuentas hacer en esta época? porque quieras o no de alguna manera te encuentras dentro de esta sociedad cristiana y muchos a tu alrededor se manifestarán según sus creencias, ¿te sientes abrumado? La verdad es que no, me repondió con un tono muy apacible, mientras cruzaba sus brazos y se reclinaba hacia el espaldar de su silla. Es interesante observar y analizar el comportamiento del ser humano, hay tantas cosas por aprender y es menester estar atentos a estos actos para descubrir algo nuevo.
Por lo general en esos días me gusta salir a observar esas manifestaciones de fe, y empezar a imaginarme sin morbo alguno las múltiples calamidades a las que se verán sometidos quienes en busca del perdón por algo que consideren hayan hecho mal, se flagelan, en las procesiones, caminan descalzos, encadenados y con el torso desnudo. Y mientras me decía eso, un niño de la calle se había acercado hasta nuestra mesa a vendernos un rosario y unas estampitas, como nuestra respuesta fue negativa, se quedó un momento enfrente de nosotros como dudando en su interior si se animaría a pedirnos algo, cosa que lo hizo después de un soplo de valentía. Quería algo de comer, a lo que accedimos inmediatamente.
Ves, a estas cosas me refiero, hay partidos políticos cristianos, hay iglesia, hay mucha gente que se jacta de serlo y sin embargo este niño también lo es, y ni siquiera hay la solidaridad que se promulga. Por esto y por muchas cosas soy ateo.
¿Al final quien tendrá la razón me pregunté? Si para él la Semana Santa es una actividad comercial para otros como yo es mucho más que eso, lo importante es respetar la libertad de pensamiento y ser tolerantes. Cada persona tiene un modo distinto de ver las cosas.
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